Griffon, un lugar completamente inesperado en medio del Marais, aprovecha al máximo su inmensa terraza en un patio de asfalto en el que se perfilan las antiguas murallas medievales de París (cuéntaselo a tu pareja para que vea lo intelectual que eres). La misma sensación de serenidad se encuentra en el interior, gracias a la gran barra azul eléctrica y a la elegante faceta de la tienda de antiguedades que encontrarás entre los sillones y muebles antiguos. En cuanto a las bebidas, nada extraordinario que decir, aunque sí ofrecen un menú variado con cócteles clásicos, cervezas caseras y un poco de vino (algunas referencias de la naturaleza). En resumen: lugar perfecto para tomar una copa con tus amigos en la terraza o para lucirte en una cita de Tinder.