Salir en Valencia

Valencia es especialmente famosa entre los estudiantes Erasmus. Los motivos son claros: mucha fiesta -y muy bien repartida, por cierto-, buen clima, buena comida y precios baratos. Aun así, si no eres Erasmus, no rechaces la opción de visitar Valencia, porque aquí encontrarás eventos para todo tipo de públicos. Pocos valencianos se libran de la fiesta, especialmente en las noches de jueves, viernes y sábado. Como sucede en cualquier otra ciudad de España, en Valencia se come y se cena tarde y eso afecta también al horario de la fiesta. Lo habitual es cenar sobre las 22h y luego ponerse con lo que aquí llaman “previas”. Entrar sobrio a la discoteca es algo casi prohibido. Primero, hay que echarse unas copas entre amigos, ya sea haciendo botellón (habitual entre los estudiantes, ya sea en la calle, en parques o utilizando el maletero del coche como mini-bar) o aprovechando el buen tiempo en los bares, pubs y terrazas al aire libre que ofrece Valencia (ahí encontraréis a gente un poco más mayor, de entre 25 y 35 años, ya con carteras más preparadas). Este tipo de locales cierran siempre entre las 02h y las 03h. Es entonces cuando las discotecas empiezan a llenarse. A partir de ahí, rienda suelta hasta las 06h, las 07h o incluso las 08h. La normativa no es excesivamente dura con la hora de cierre de las discotecas, sobre todo si estas se encuentran en las afueras de la ciudad (como es el caso de Barraca, una de las más históricas). De cara a las “previas”, avisamos de que el consumo de alcohol en la vía pública está prohibido, aunque la Policía Local suele hacer la vista gorda en lugares alejados del vecindario, como el Paseo Marítimo, cualquier zona cercana a la playa o los parques alejados del tumulto. Los afterhours tampoco están especialmente perseguidos. Si eres de los que se atreven con eso, encontrarás música los domingos a partir de las 08h en locales como Suite y Avenox.

Rock, RnB, hip hop, trap, reggaetón, pop, techno, house, minimal, remember… Esto es Valencia, amigos. Aquí hay, literalmente, de todo. Si se quiere encontrar alguna relación entre el tipo de música y un segundo factor, ese quizá sería el tipo de ambiente o atmósfera, algo que va ligado a la zona de la que hablemos. Así que vayamos por partes. El Barrio del Carmen reúne a la mayoría del público internacional (aquí se les llama “guiris”). Los pubs de la zona tiran de música comercial y rock y aguantan hasta las 03h. En Cánovas, en cambio, se lleva un rollo mucho más pijo y la gente es un poco más mayor. El reggaetón es lo que acompaña en este caso a los sonidos comerciales. ¿Queréis mezclar lo pijo y lo internacional? Entonces toca acercarse al puerto y la playa. Ahí es donde se respira más ambiente en verano, con mucha música al aire libre, tanto underground como comercial, según el club o discoteca. En Ruzafa, se respira un ambiente más alternativo, hípster y underground, con muchos valencianos de entre 25 y 35 años. Los universitarios se mueven, sobre todo, por Cedro y Blasco Ibáñez. Los precios baratos de la zona son el principal motivo, tanto para salir de fiesta como para ir de cena. Eso sí, no esperes que te sirvan alcohol de primeras calidades por esos lares.

Valencia no es, en absoluto, una ciudad cara. Una buena cena puede salirte por 20 o 25€. De media, la entrada a una discoteca no debería costarte más de 15€ y, por norma general, siempre viene con una copa incluida. Una vez dentro de los clubs, las barras suelen ofrecer precios muy similares a los de bares y pubs de la ciudad. Eso significa: chupitos a 3€, cervezas a 3, 4 o 5€ y copas a un precio de entre 7 y 10€.

Si vais a moveros por Cánovas o por la zona del puerto y la playa, os recomendamos vestir un polo, una camisa o un vestido. El ambiente es mínimamente elegante y es recomendable no llamar la atención por llevar una camiseta, ya que eso puede jugar en vuestra contra a la hora de entrar a un club. Ruzafa, Barrio del Carmen, Cedro y Blasco Ibáñez son zonas más desenfadadas, por lo que puedes sentirte más libre de vestir como te sientas más cómodo para bailar. Por lo general, la noche valenciana no es especialmente exigente con la vestimenta. ¡Aprovéchalo!