Madrid, capital de España y, durante muchos años, referencia de la noche española. A muchos os sonará aquello de la “Movida Madrileña”. Fue un movimiento cultural surgido durante la Transición post franquista y dio pie al nacimiento de una de las escenas musicales más candentes y atractivas del panorama europeo a finales de los 90 y principios de los 00. Tras aquello, lo underground madrileño se diluyó ligeramente. En la actualidad, Madrid ha resurgido y presenta un bonito balance entre la noche alternativa y la más recurrente. Y, eso sí, tiene una vida en las calles envidiada por el resto del país. Las famosas tapas en terrazas y bares están a la orden del día. De lunes a domingo, sin excepción. La fiesta hasta la madrugada se reserva, por lo general, para las noches de jueves, viernes, sábados y domingos.
En España se come y se cena tarde. Y Madrid, como capital que es, no iba a ser menos. Los más impacientes quizás empiecen a cenar poco después de las 21h, pero lo normal es que los restaurantes se llenen poco antes de las 22h. Lo decimos porque, por el efecto dominó, la fiesta nocturna también empieza tarde. En Madrid, como en cualquier ciudad del país, se lleva mucho eso de las “previas”. Echar unas copas entre amigos antes de ir a la discoteca es algo indiscutible. Los más jóvenes lo hacen en las calles. Los estudiantes universitarios ya aprovechan sus pisos de estudiantes para ello. La gente de barrio, incluso acostumbra a tener alquilados locales que utilizan también para “copear”, como suelen decir ellos. Las discotecas, generalmente, abren a las 00h y suelen llenarse entre las 02h y las 03h. Esa es la hora crítica para los porteros. Y, por norma, todas cierran a las 06h. Sólo alguna, como excepción, alarga hasta las 06:30h. De ahí no pasa.
La normativa municipal prohíbe consumir alcohol en la vía pública, salvo que estés en la terraza de algún bar, lógicamente. Si quieres sumarte a la tradición de hacer “previa” y no tienes dónde organizarla, te recomendamos visitar la Zona Universitaria. Allí encontrarás un espacio único en toda Madrid, donde te dejarán entrar con tu propia botella de alcohol. Ellos te ofrecerán refrescos y hielo, aunque te pedirán que pagues una entrada, claro. Otra de las grandes prohibiciones de la normativa madrileña son los afterhours, entendidos estos como clubs de horario matinal. La triquiñuela que ya se han aprendido sus propietarios es la de formar asociaciones musicales, de modo que obtienen la libertad para abrir y cerrar cuando quieran. A diferencia de lo que sucede en otras ciudades como Barcelona, las asociaciones de Madrid no suelen pedirte que te des de alta como socio al llegar al club, aunque sí es recomendable ir acompañado por un miembro. Vallecas y Cuatro Caminos son, por ejemplo, algunas de las zonas en las que encontrarás estos afterhours.