Década y media después de iniciar su andadura en esto de la música, Andrés Campo se coronó como dueño y señor de Florida 135. La discoteca aragonesa es una de las más antiguas del mundo. No muchos clubs pueden presumir de cargar con tres cuartos de siglo a sus espaldas. En sus inicios, no era más que la sala de baile de Fraga (una pequeña localización al este de Aragón), pero, con el paso de los años, la familia Arnau apostó por la electrónica de vanguardia y, actualmente, es una de las referencias europeas y uno de los clubs más respetados a nivel internacional.
Por todo ello, ser residente de Florida 135 conlleva una gran responsabilidad. Por esa cabina han pasado los mejores: Paul Kalkbrenner, Laurent Garnier, Richie Hawtin, Vitalic, DJ Murphy, Frank Kvitta… Fue hace aproximadamente seis años cuando un tal Andrés Campo, que venía petándolo en clubs más pequeños de su Huesca natal, aceptó la oferta de F135 y tomó las riendas de la sala. Desde entonces, ha ido combinando su papel de residente con multitud de bolos en el resto de España y, por supuesto, alrededor de Europa, ya sea en otros clubs o, también, en festivales de grandes masas.
Ser residente implica readaptación constante y, por ello, requiere un amplio bagaje estilístico. Muchas veces, el mismo DJ se encarga de abrir y cerrar la sala, teniendo que pensar siempre en el producto musical ofrecido por el artista invitado y estando abierto a posibles cambios de estilo o duración en cada set. Que los clubs premien a sus residentes con sesiones de larga duración y noches 100% destinadas a ellos es, afortunadamente, algo cada vez más común en nuestro país. Normalmente, las salas arriesgan con ello y consideran que programar una noche sin headliner es un esfuerzo que vale la pena para hacer familia con el público más fiel.
Andrés Campo convierte el riesgo en apuesta ganadora
Lo que ha logrado Andrés Campo con Florida 135 es de muchísimo mérito. Estamos hablando de un club que actualmente abre una vez al mes, aproximadamente. Que regalara toda una noche al oscense era algo que muchos aplaudimos, pero… ¿iba a salir bien la apuesta? Fue un éxito. Dos ‘All Night Long’ después, se colgó el cartel de SOLD-OUT.
F135 tiene un aforo de 3.000 personas. No siempre se llena. Y eso que, mes tras mes, su programación cuenta con nombres de primera línea. Que un artista local la haya llenado es un claro mensaje a nuestra escena: estamos muy vivos. Productores, DJs, promotores, salas, periodistas, clubbers… Todos estamos muy vivos. La música electrónica underground crece en fama y es, sobre todo, gracias a figuras como la de Andrés.
¿Música? Por supuesto. Pero también mucho más que música. Los sonidos de baile no son más que un método para transmitir mensajes al mundo. Y Andrés transmite mucho. Sólo es necesario asistir a cualquiera de sus sesiones para descubrir que en la pista se respira algo especial. Da la sensación de que todos, estemos en primera o en última fila, conocemos al artista. Sus historias, su día a día, su energía (positiva, por supuesto), su sonrisa de oreja a oreja, sus brazos en alto y su característico “vamos” en los segundos previos al drop. Todo nos resulta familiar, cálido, confortable.
Andrés Campo es muchas cosas durante un set de 2 horas. Imaginen durante un set de 8. Desde la medianoche y hasta bien entrada la mañana, 3.000 afortunados fueron testigos de ello en Fraga, en Florida 135, en la Catedral del Techno. De ahora en adelante, un All Night Long de Andrés Campo ya no será una apuesta atrevida. Será una constatación de que un gran público, una gran sala y un gran artista forman una ecuación infalible. Por muchos años más de Florida 135. Por muchos años más de Andrés Campo.
PRÓXIMOS EVENTOS DE ANDRÉS CAMPO
(Imagen de Portada: Andrés Campo)
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