Siempre se ha dicho que “tiempos pasados fueron mejores”, pero pese a ello, hay brotes verdes que nos permiten ser optimistas con lo que uno se encuentra hoy en día en Barcelona. La capital catalana cuenta con una variedad de eventos y promotoras rozando cifras récord, con nuevas fiestas apareciendo en el radar constantemente y artistas de todo el mundo asentándose en la ciudad. Es por eso que, aprovechando el punto de encuentro en el que se convirtió el BRIDGE Festival 2.0, charlamos con algunos de los responsables de que Barcelona haya sido, es y siga siendo una de las ciudades europeas con mayor diversidad y proyección en lo que a música electrónica se refiere.
El primero de ellos es una eminencia en la ciudad condal. Con décadas de trayectoria clavando su bandera en los clubes habidos y por haber, Lancaster es sin duda una de las voces con más autoridad para hablar de la evolución de los discjockeys barceloneses. En nuestra charla, Michele Tabucchi –nombre original del artista– nos dibujó con melancolía el paisaje de lo que esa población mediterránea era cuando aterrizó en España. Con una clara predominancia de la música mákina, los primeros artistas internacionales viniendo invitados por Nitsa Club y con una joven marca llamada Sónar empezando a apostar por sonidos poco ortodoxos, ese fue el momento en el que la electrónica dejó de ser algo meramente underground en la ciudad condal.
Nitsa fue de los primeros que invitó a gente como Jeff Mills. Luego llegaron los primeros años de Sónar. Ese fue el gran cambio.
Lancaster for Xceed
Sus palabras nos permitieron revivir en cuestión de minutos la progresión de la escena hasta llegar a día de hoy. Un superviviente a las corrientes que han acechado los clubes, pero que defiende a capa y espada la autenticidad del artista y el respeto a las raíces y la cultura de los 90 que han asentado las bases de lo que hoy disfrutamos en las discotecas. Un camino que ha derivado en convertir Barcelona en lo que Lancaster define literalmente como una “ciudad fiestera”, con más DJs que nunca con ganas de compartir su música en las decenas de cabinas de primer nivel que habitan la capital catalana.
Una de esas DJs que ha logrado hacerse un hueco y a menudo la vemos subida a los escenarios barceloneses es Mona Lee. Viniendo desde tierras belgas, ha encontrado en Barna un hogar en el que puede expresar su estilo a través de los platos con total transparencia, con un público que entiende el vocal house que lleva por bandera y que ha fidelizado junto a su familia de DROP. Con los BPMs acelerando exponencialmente en su tierra natal –y en toda Europa–, más allá de las postales soleadas que atraen a cualquier habitante del norte del continente, sus necesidades como artista vuelven a estar cubiertas. Un lugar en el que, como define ella misma, la devoción por la música House sigue intacta.
La gente va por la música pero acabas conociendo a todo el mundo dentro de esta comunidad. Construyes algo juntos.
Mona Lee for Xceed
Pese a la gran cantidad de DJs que hospeda la capital catalana, siguen habiendo algunos que optan por crear sus propias oportunidades en forma de colectivos. Uno de los que más ruido ha hecho es La Aso, capitaneado por Pisano y Hugo Esmeraldo. Lo que empezó siendo una mera coincidencia entre estudiantes en una fiesta, ha acabado convirtiéndose de forma orgánica en un proyecto que, en apenas 3 años de vida, ya cuenta con varias fechas a sus espaldas celebradas desde Barcelona a Tulum. Una comunidad que sitúa al House y al Minimal en el epicentro con la que luchan para devolver la esencia y la energía de las raves de antaño.
La pregunta es: ¿Por qué elegir Barcelona para asentar un colectivo? Pues su respuesta es contundente: no solo porque uno de sus componentes es de aquí –que también–, sino porque ven en la ciudad una de las capitales mundiales de la música electrónica underground y con una “vibra española” y una mente abierta únicas que se palpan en el ambiente de cualquier fiesta. Una bonita historia de amor que también tiene sus obstáculos, ya que en un espacio donde a menudo se crean colectivos a partir de un simple grupo de amigos con un sonido peculiar –como fue su caso–, estos también se suman a la lista de competidores dentro de un ecosistema cada vez más saturado. Una competencia que la propia pareja de DJs ve como algo positivo, ya que aporta motivación a todos los promotores para hacer las cosas mejor y que, al final, añaden valor a la propia ciudad y la ayudan a reforzar su posición en el mapa y a construir un sonido propio.
Hay un montón de cosas por hacer en Barcelona. Tenemos buenas fiestas pero aún podemos crear un sonido barcelonés.
– Hugo Esmeraldo for Xceed
Tres puntos de vista de un mismo objeto desde ángulos diferentes que nos permiten tener una radiografía de lo que ha sido, es y será Barcelona. Una consolidación del sonido barcelonés, una referencia mundial que apoya lo auténtico en gran parte gracias a la mentalidad de su público, y un punto de encuentro para nuevos talentos musicales tanto de la faceta artística como en la empresarial para desarrollar sus proyectos. Un lugar que cuida de sus raíces pero que deja aflorar las corrientes emergentes, creando un ecosistema único en el mundo que se refugia de las tendencias comerciales –sin combatirlas– para preservar la esencia de lo que realmente importa en el arte: el amor por él.
Todo ello desemboca en eventos hechos por y para Barcelona como BRIDGE Festival, que en su segunda edición congregó el talento local para demostrar al mundo la verdadera esencia de la ciudad. ¿Te lo perdiste? No te preocupes, porque ya han puesto fecha para su regreso. Dale al play a su aftermovie para ver algunos de los mejores momentos del festival y saber cuándo podrás revivirlo en 2024.
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