Karlovy Lazne es la mayor instalación de este tipo en Europa Central. Gracias a sus cinco clubes musicales en cinco plantas distintas, es también uno de los clubes mejor equipados técnicamente del mundo. Las plantas temáticas son únicas por su carácter original, que se ve reforzado por el interior histórico y la arquitectura del edificio construido a principios del siglo XV, que se han conservado. Los mosaicos originales de los pasillos y las paredes, los cuadros de mosaico de las salas principales y las antiguas instalaciones de spa y piscinas al estilo de las termas romanas, parcialmente conservadas, sirven ahora como pistas de baile (sin agua, por supuesto) en dos plantas del club. Junto con las modernas instalaciones y la música para todos los gustos, se crea sin duda un ambiente totalmente único, que ha convertido a Karlovy Lazne en una de las discotecas más visitadas de la República Checa. A excepción de los balnearios públicos, en el pasado Karlovy Lazne también albergó un café e incluso la redacción del periódico de Karel Havlíček Borovsky. A partir de la segunda mitad del siglo pasado, el edificio quedó abandonado y comenzó a deteriorarse gradualmente. A finales de la década de 1990, surgió la idea de reconstruir el devastado edificio, que se encuentra a sólo 100 metros del Puente de Carlos, y establecer un club de música. Karlovy Lazne recibió a sus primeros visitantes el 1.12.1999.