París, su novedad, sus lugares conceptuales... Vamos a llevarte a Bambino, una versión de alta fidelidad de la enoteca donde puedes empaparte de la vibra que tanto ves en los Instagrams de tus amigos. Aquí, se puede beber bien, comer bien y escuchar buena música en un sistema de sonido de calidad. En lo que a beber se refiere, ¿por qué no dejarse tentar por un Beaujolais village de 6€ mientras te relajas con el sonido de vinilos influenciados por la cultura negra (hip-hop abstracto, Detroit soulful house, disco...) interpretados por el jefe del local tras su mostrador de hormigón encerado? Hablando de hormigón, nos encanta la decoración de niño malo, que le da un toque especial a este lugar (bate de béisbol, jersey de Cantona enmarcado y altavoces enormes).