La música tiende a ser de naturaleza espacial, subterránea, con toques de alternancia entre planetas y submundos de galaxias vibracionales, a veces celestiales, a veces catacumbales pero siempre con audacia y creatividad, servidas sobre una plataforma electroacústica, construidas y arregladas de forma que empaqueten su materia en una cáscara sonora y adormezcan el espíritu en sentidos viajes geocronológicos capaces de originar mutaciones alienígenas.
¡Acogemos a la comunidad LGBT sin prejuicios ni discriminación porque el amor es TRANSversal a los géneros, estratos sociales, etnias o universos!