Imaginaos a un grupo de cuatro colegas en el que uno fue dj de Boveda durante más de 15 años, el otro, RRPP y responsable de marketing, el tercero, quien lo levantó de la nada y lo cuidó y, el cuarto, uno de sus asiduos más fieles. Esa ecuación da como resultado la creación de D9, un bar que, por su personalidad, trato, ambiente y volumen de la música, parece casi más una discoteca que un bar. Lo que lo salva son sus mesas, algunas grandes y anchas. Y es que D9 tiene también servicio de cocina hasta tarde, lo que lo convierte en una coordenada perfecta para organizarte la cena y previa antes de salir de fiesta (la mítica Razzmatazz está a nada y menos caminando). En días como miércoles o jueves, se llena de universitarios poniéndose a tono antes de ir de clubbing. Si pretendes beber tranquilo, no vayas uno de esos días. Tapas, copas, copas aún mas grandes, fútbol si fuera el caso... ¡y una ronda de chupitos a 1€, por favor!