La antigua fábrica Enmasa, Empresa Nacional de Motores de Aviación, es un edificio emblemático industrial o agrícola construido entre los años 1940 y 1975, que representa la rica historia industrial de la ciudad. Es obra del arquitecto Robert Terrades y se encuentra en la calle de Sant Adrià, número 65. Esta pertenece al estilo del movimiento moderno y racionalismo y se caracteriza por su arquitectura impresionante y su estructura de ladrillo típica de la época. Anteriormente, el espacio había estado ocupado por la fábrica de automóviles Elizalde, bombardeada durante la Guerra Civil. No fue hasta 1981 cuando la producción de coches volvió a esos terrenos, esta vez de la mano de Mercedes-Benz. La situación de la fábrica en la periferia de la ciudad, permite la ordenación libre de los volúmenes y la incorporación del espacio exterior como uno de los elementos más importantes de este proyecto. La disponibilidad de amplias zonas libres hace que los volúmenes de la fábrica se conviertan en límites visuales más que en objetos físicos y que se introduzca una componente dinámica en el espacio exterior. El edificio expresa su propia vocación constructiva para desarrollar su lenguaje, evitando el uso generalizado del revoco que ocultaba la construcción en la mayoría de los edificios anteriores a la II Guerra Mundial. El programa se organiza a partir de dos tipos de edificios. Las oficinas se distribuyen a lo largo de unos edificios lineales, construidos con hormigón, que se extienden en varias direcciones, configurando los accesos, calles y plazas de todo el complejo industrial, de forma mucho más variada y dinámica que en el espacio urbano tradicional. Los talleres ocupan una nave mucho más ligera, construida con estructura metálica, sobre la que se apoyan los dientes de sierra que iluminan el espacio interior de forma uniforme. Durante muchos años, la fábrica fue un centro de producción clave para la industria metalúrgica de la ciudad, con gran cantidad de trabajadores que se dedicaban a la producción de productos metálicos de diversas tipologías. El edificio está proyectado en una época en la que la producción industrial introducía nuevos sistemas de construcción, lo que el arquitecto aprovechó para experimentar con todo tipo de innovaciones formales y tecnológicas: introduce un diseño de ventanas corridas que incorporan los elementos resistentes a la carpintería metálica; utiliza, por primera vez, la solución de forjado colaborando para resistir cargas de 2000 kg/m2; aplica cerraduras de gresite en las escaleras y en la concepción del testero, y diseña el mobiliario reivindicando la figura del arquitecto como director total de la obra. Actualmente, la antigua fábrica Enmasa ha sido reconvertida en un espacio multifuncional, que ha sido restaurado con gran cuidado para preservar su arquitectura original y su historia. El edificio se utiliza ahora como centro cultural ofreciendo espacios para exposiciones, conciertos, conferencias y otras actividades. Para los amantes de la historia y la arquitectura, la antigua fábrica Enmasa es una visita obligada a Barcelona, puesto que ofrece una oportunidad única para ver la antigua arquitectura industrial y descubrir su fascinante historia.