Una pequeña puerta por la que difícilmente pueden pasar dos personas a la vez. Unas estrechas escaleras notablemente empinadas et, como dirían los franceses, voilà: un sótano convertido en pista de baile giratoria, con una decoración de los años 70 (la sala fue construida en 1971) y un pequeño escenario sin grandes lujos. Corría el año 1994 cuando este coqueto espacio situado en la Plaza Joan Llongueras (zona alta de Barcelona) se convirtió en la Sala Nitsa. ¿El objetivo? Sencillo: permitir que una serie de jóvenes atrevidos de la ciudad, cada vez más numerosos y talentosos, pudieran mostrar sus habilidades como pinchadiscos en las últimas horas de las sesiones nocturnas, tras los conciertos de música pop que permitían la supervivencia de estos espacios.
Fueron pasando los meses y, de manera natural y casi sin percibirlo, Nitsa vio cómo la mayor parte de su público no acudía a la sala por los conciertos, sino por las sesiones posteriores. Los pinchadiscos, apodados DJs por la expresión anglosajona disc-jockey, comenzaban a ser personajes semipúblicos, con grupos (no demasiado grandes, pero sí considerables) de seguidores. Se podrían citar algunos de los principales responsables del fenómeno, nombres que, de un modo u otro, marcaron una época en la ciudad. Ángel Molina, César de Melero, DJ Zero… pero, por encima de todos, DJ Sideral, quien fallecería en 2006 eternizando desgraciadamente su legado.
Aleix Vergès (nombre de pila de DJ Sideral) fue, en palabras de Alex Julià (director del documental ‘Nitsa 94/96: el giro electrónico’), “el primero en vehicular de una forma muy especial lo que estaba pasando en la escena musical de Barcelona”. Sideral no dio la espalda a la música pop, sino que utilizó a esta como punto de partida para enfocar su concepción de la electrónica destinada a la pista de baile. De este modo, consiguió fidelizar a un público cada vez mayor, convirtiéndose en un actor esencial para entender la explosión de la escena de clubs de la ciudad. En los años 90, Barcelona no podía presumir de contar con artistas de primera línea internacional cada fin de semana. Sin embargo, Nitsa trajo a Darren Emerson, miembro del histórico grupo Underworld. Fue el primer gran nombre en actuar allí, justo antes de que Laurent Garnier, Jeff Mills, Ian Pooley o Derrick May se convirtieran en asiduos. Barcelona empezaba a figurar en el mapa electrónico europeo.
El gran paso en la historia de Nitsa
Aquello ya no era un secreto a voces. Era un fenómeno. Un fenómeno que no podía ser de masas porque la sala giratoria de la Plaza Joan Llongueras se quedó pequeña. Tan sólo era 1996 y Nitsa ya dio el mayor paso de su historia: se trasladó a la Sala Apolo, situada en plena Avenida Paral·lel. Fue entonces cuando nació el Nitsa Club que conocemos hoy en día. Están a punto de cumplirse 23 años desde que Apolo y Nitsa unieran fuerzas y dieran a luz a una de las ecuaciones más exitosas de la historia clubbing de Barcelona.
Por el Paral·lel han pasado prácticamente todas las grandes estrellas del techno más industrial, el house más auténtico, los géneros melódicos más modernos y las distintas vertientes disco más clásicas. Pero, paralelamente, Nitsa ha sabido mantenerse siempre actualizado, cediendo en numerosas ocasiones alguno de sus espacios a los sonidos más rompedores de las escenas urbanas. El papel y la influencia que ha tenido Nitsa en la noche de Barcelona hace que grandes artistas, autoridades absolutas del clubbing internacional, se mantengan fieles a la marca y visiten con frecuencia el club.
Astin, el último gran producto
Durante más de dos décadas, la Sala Apolo ha entregado sus espacios a Nitsa Club todas las noches de viernes y sábados y en muchas vísperas de festivos. En octubre de 2017, una gran reforma interior terminó con la tradicional La [2] de Apolo, una sala de conciertos de toda la vida, que, en cierto modo, podría incluso recordar a la antigua sede de Plaza Llongueras, luego convertida en el mítico BeCool. La [2] ya no fue más esa sala y se convirtió en Astin (inversión del nombre Nitsa), un club con todas las de la ley, con un sonido, una iluminación y unos componentes visuales dignos de la mejor sala de Barcelona.
Simultáneamente, Nitsa Club amplió sus programaciones y pasó a tratar a Nitsa y Astin como dos clubes casi distintos, cada uno con sus propios line-ups y con cabezas de cartel igual de importantes arriba, en Nitsa, y abajo, en Astin. Así nos encontramos ahora. Nitsa/Astin, o Nitsa Club (llámenlo como quieran), se planta cada mes con una de las programaciones más poderosas, innovadoras y selectas de la Ciudad Condal. Directos como los de Bicep, Octave One o Circle of Live (unión de Frank Wiedemann de Âme, Leafar Legov, Sebastian Mullaert y The Mole) o sesiones de Dixon, Laurent Garnier, Jeff Mills, Objekt o Surgeon prueban el nivel artístico de Nitsa Club.
Este mes de febrero es un nuevo ejemplo de ello. Maya Jane Coles, Tama Sumo, Matrixxman, Marcellus Pittman, Bjarki, Denis Sulta y Red Axes lideran el programa del mes en Nitsa y Astin. En total, cuatro fines de semana y ocho citas que satisfarán todo tipo de gustos en la comunidad de clubbers de Barcelona. Xceed, por supuesto, no podía no formar parte de la aventura. ¿Te vienes a descubrir Nitsa Club con nosotros?
(Imagen de Portada: © Nitsa Club)