Más de 8000 personas disfrutaron de instalaciones audiovisuales vanguardistas y actuaciones de artistas como Mura Masa, Evian Christ, James Holden y muchos más.
La gente de Barcelona definitivamente ya ha incluido al MIRA en su lista de festivales más destacados. Conquistando la Fira de Montjuïc en su duodécima edición, el macroevento catalán abrió las puertas a miles de devotos de las artes digitales y seguidores de artistas electrónicos que exploran los límites del género con sus respectivas y genuinas propuestas audiovisuales. Tanto es el hype generado alrededor de las dos tardes y noches del año en las que se celebra, que esta vez decidimos verlo con nuestros propios ojos. Así que, tras haber podido dormir algunas horas más que las que nos permitió este intenso fin de semana, esto es lo que vivimos en nuestro primer MIRA Festival:
Tras adentrarse en un recinto más que familiar para los amantes de los festivales de electrónica en la ciudad condal, en cuestión de minutos se pueden entender las prioridades del evento. Pasando de largo el área exterior, plagada de food trucks y liderada por el MIRA Dome –una semiesfera gigante que nos invitaba a recostarnos en su interior para llevarnos en un viaje inmersivo y psicodélico–, pudimos ver cómo la atmósfera cambió por completo al entrar al inmenso espacio interior del recinto ferial,.
La gran nave albergaba bajo la oscuridad diferentes instalaciones que desafiaban, en muchas ocasiones, el pensamiento racional sobre el comportamiento de la luz y la tecnología. Puestas en escena futuristas que oscilaban desde performances sincronizadas de láseres hasta proyecciones a gran escala de visuales abstractos que interactuaban con el espectador. Un museo en toda regla que nos permitió ver de cerca en qué punto se hallan los avances de aquellos artistas y tecnócratas que se esfuerzan por expandir los horizontes de la creación digital.
Y con los ojos bien alimentados, era turno de nutrir a nuestras orejas, pues el line up del festival nos abrió el apetito desde el principio. Más de una veintena de artistas se apoderaron de los altavoces durante las dos jornadas del MIRA. Entre ellos, se hizo un hueco al talento local de Shelly, quien se subió al escenario con un live capitaneado por los sonidos percusivos que sacudieron el suelo catalán, o el equilibrio de Aïsha Devi entre el micro y los sintetizadores, hipnotizando al público con una declaración de intenciones pasional que cautivó a los allí presentes.
Y hablando de hipnotizar, toca destacar la que sin duda fue nuestra —inesperada— actuación favorita del festival: Evian Christ. El productor británico nos sorprendió no solo a nivel sonoro, deleitando nuestras orejas con un maridaje de sonidos ambientales que penetraban en nuestra mente, intercalados por interludios agresivos y rítmicos que nos despertaban del trance, sino que además presentó una propuesta de luces que, pese a su aparente simpleza, nos dejó boquiabiertos de principio a fin. Pura magia.
Todo ello sin perder de vista algunas de las actuaciones más esperadas del cartel, empezando por un back-to-back que está dando de qué hablar en el mundo entero. Hudson Mohawke y Nikki Nair, que ya sabíamos de lo que son capaces en el estudio, se apoderaron de las CDJs para demostrarnos también su sinergia en cabina. Juntos confeccionaron una sesión plagada de ritmos experimentales moldeados en diferentes formas y velocidades pero con el objetivo de hacernos bailar y gastar las últimas energías cerrando el viernes.
Y por supuesto, si hablamos del MIRA 2023, tenemos que mencionar a Overmono. La dupla inglesa se está convirtiendo en uno de los lives más codiciadas no solo dentro del panorama del UKG y bass, sino también en el ámbito electrónico internacional. Su combinación de ritmos rotos, producciones enérgicas y visuales vibrantes convirtió la parada barcelonesa de su World Tour en un soplo de aire fresco dentro del festival. Fue una oda a su discografía que tanto los más familiarizados con el dúo como los recién llegados disfrutaron y bailaron hasta la saciedad.
Finalizando el repaso musical, el último gran nombre que disfrutamos bajo el techo de la Fira de Montjuïc fue el de Mura Masa. Si bien su actuación se convirtió en algunos momentos en un karaoke multitudinario gracias a algunso de sus éxitos como ‘Love$ick‘ o ‘What If I Go‘ –los cuales se sacó de encima al inicio de su concierto–, sumados a sus producciones para PinkPantheress, no lo sentimos del todo cómodo en el escenario. No nos malinterpretes, gran parte del público se mostró satisfecho coreando las alegres melodías junto a las dos cantantes que el artista de Guernsey trajo consigo para dar vida a sus canciones. Pero algo no terminó de encajar.
La multitud no logró conectar completamente con una puesta en escena que necesitaba más interacción por parte del público, y esto podría atribuirse al contraste que supuso incrustar una actuación tan “comercial” y colorida como la suya en un cartel enfocado a un público mucho más erudito —con lo que eso supone en términos de reacción para aquellos menos familiarizados con lo “underground”—. Fue un momento dulce para los verdaderos fanáticos de Mura Masa, pero un cambio radical de atmósfera para aquellos que adquirieron su entrada seducidos por el concepto del festival más que por ver al productor en cuestión.
Ya con la resaca emocional digerida, escribimos estas palabras con una sonrisa en la boca. Podríamos definir la experiencia MIRA como un maridaje entre una exposición de arte futurista y un festival musical con el claro ímpetu de poner bajo el foco a aquellos artistas que dedican su carrera a expandir, e incluso romper, los límites establecidos. Un equilibrio único que invita al asistente a abrir su mente en una experiencia que estimula los sentidos y fomenta una atmósfera perfecta para apreciar las obras de todos sus invitados desde la máxima sensibilidad. Una serie de ingredientes bien ejecutados que, como bien decíamos al inicio, son motivo suficiente para convertir esta cita en una de nuestras fechas marcadas a partir de ahora en nuestro calendario de festivales barceloneses. Así que, si no hay sorpresas… ¡Nos volvemos a ver en 2024, MIRA!