– ¿Cómo clasificarías tu música?
– Me hago esa misma pregunta a menudo…
Así de sincera se mostraba nuestra invitada en los primeros compases de la entrevista. Fue sencillo romper el hielo. Nacida en Puglia, al sureste de Italia, Giorgia Angiuli ha irrumpido con fuerza en los últimos años en la escena underground europea. Ha actuado en clubs y festivales de todo el continente y las críticas, siempre, han sido positivas. ¿Su mejor actuación hasta la fecha? Imposible saberlo: “¡Uf! Es muy difícil escoger una. Tengo grandes recuerdos de muchas. Generalmente, lo que hace a una noche perfecta es un buen sistema de sonido, buenas luces y, sobre todo, gente adorable. El mood del público es muy importante para conseguir un buen resultado.”
Giorgia Angiuli ha focalizado su carrera en el live. Nos cuenta que con nueve años inició sus estudios de música clásica, un género que aún ahora disfruta, al igual que otros opuestos como el techno. “Soy una gran aficionada a las melodías; no podría componer música sin melodía”, confiesa. Actualmente, su álbum está a punto de ser publicado. Se trata de un trabajo en el que abarca estilos como “el indie-electronic, el techno, el deep y el pop”.
Con estos gustos, sería curioso ver qué música pincharía Giorgia si tuviera que ser DJ por una noche. Pero eso es algo que nunca veremos: “No he tocado un DJ set en mi vida. No sé nada acerca del mundo del DJ. Es algo muy lejano a mi actitud y mi concepción de la música, aunque es un rol que respeto muchísimo. Yo estudié música clásica en el conservatorio y comencé a tocar en directo en distintas bandas. Siempre he estado centrada en la creación de la música.”
Pero si algo por encima de todo ha captado la atención del gran público, son los juguetes de nuestra entrevistada. Giorgia Angiuli produce house y techno utilizando el programa Ableton, pero muchas de las capas sonoras son aplicadas desde la emisión de sonidos de diversos juguetes electrónicos: “Cuando era niña, no me gustaban nada los juguetes. Yo recibí una educación estricta: nada de dibujos animados, nada de televisión y mucho, mucho estudio. En casa se pillaron un buen cabreo cuando, con 12 añitos, conseguí reunir dinero de varios familiares para comprar mi primera guitarra eléctrica. Cuando me fui a Florencia para estudiar en la universidad, empecé a coleccionar juguetes vintage (adoro perderme por mercados vintage) y a integrarlos en mis performances. Los juguetes me ayudan a crear atmósferas de ensueño románticas y coloridas. Y eso es algo que adoro.”
Sabíamos de su gran personalidad, su gran conexión con el público, su live visualmente llamativo y atractivo y su resultado musical excelente. Ahora, conocemos también su historia personal, la trayectoria que le ha llevado a ser una de las artistas de moda en todo el mundo de la electrónica.
(Imagen de Portada: © Giorgia Angiuli)