Tal vez a algunos su nombre aún no os resulte familiar, pero es solo cuestión de tiempo. El holandés Toman considera que fue en 2017, tras su primera fecha internacional en Rumanía, cuando su carrera como artista profesional vivió el punto de inflexión. Dicho debut llegó de la mano del rumano Mihai Popoviciu y, pocos meses después, Toman ya estaba actuando en metas del calibre de Awakenings. Algunos clubs importantes de Berlín ya han conocido la frescura de su ritmo. Otras mecas de la fiesta, como Ibiza, siguen en su lista de sueños por cumplir. Aunque el mayor sueño de todos, nos cuenta, es “compartir la música alrededor del mundo”. Te presentamos a Toman, uno de los talentos más prometedores de la escena tech europea.
“Lo más importante es no olvidarse de disfrutar”, dijiste una vez. ¿Qué % hay de disfrute y qué % hay de seriedad -o incluso sufrimiento- mientras pinchas?
Buena pregunta. Para mí, lo más importante es encontrar el balance. Últimamente, estoy viajando mucho y eso es algo nuevo para mí. Trato de encontrar el balance entre el disfrute y la seriedad. Los fines de semana pueden ser muy locos: tanta fiesta, conocer a muchísima gente nueva y viajar sin parar puede ser agotador. Cuando llego a casa los lunes, doy siempre un pequeño paso al lado. La meditación es algo que me ayuda muchísimo. Si no le diera a mi mente ese descanso, no podría disfrutar de lo que estoy haciendo.
Tu carrera es por ahora muy corta, pero en realidad empezaste a hacer música con sartenes y ollas en tu cocina hace ya mucho tiempo… La música siempre ha estado en ti, ¿verdad?
Cuando era niño, siempre improvisaba mi “banda de un solo hombre”. Sartenes y ollas como baterías, un piano de juguete, una guitarra de aire… Hacía de todo. Empecé a tocar la batería con cinco años. Tras pocos meses, mi profesor ya le dijo a mi madre que tenía mucho talento. Toqué la batería por siete años, pero, cuando me hice más mayor, dejó de gustarme lo de leer música. Simplemente quería improvisar y tocar donde fuera.
¿Cómo continuó la historia?
Cuando descubrí el FL Studio empecé a crear mis propios beats de hip-hop. De nuevo, me encontraba tocando música, pero sin saber exactamente cómo acabar un tema. Unos pocos años después, encontré algunos tutoriales en YouTube y aprendí nociones básicas. A los 16 años, empecé a salir a clubs e inmediatamente supe que lo que yo quería ser era DJ. Fue también entonces cuando me pasé del hip-hop a la música house. Al mismo tiempo, empecé a usar Ableton Live y por fin terminé mis primeros temas. Después del colegio, a los 18, intenté seguir estudiando y trabajar, pero siempre acababa en la música. Cuando me aceptaron en la Herman Brood Academy (Electronic Music Producer), mi vida cambió radicalmente. Por fin había encontrado un lugar con gente que pensaba como yo (Luna Ludmila, Luuk van Dijk, Colyn, Lewski, VNTM) y donde podía centrarme en la música y encontrar mi propio sonido. Fue ahí cuando empecé a tener mis primeras fechas locales.
¿En qué punto dirías que te diste cuenta de que la música realmente tu camino?
Cuando mi primer lanzamiento en Cyclic Records alcanzó el Top-10 de Beatport. Eso me dio un gran empujón. Me contrataron para mi primera fecha internacional en Rumanía y yo diría que fue después de aquel viaje que mi carrera profesional empezó de verdad. Aquello sucedió en 2017.
Cyclic Records es el sello del rumano Mihai Popoviciu, lo que explica que ese primer bolo fuera en Rumanía. ¿Cuál es tu relación con él? ¿Cómo acabaste lanzando tus primeros temas en su sello?
Yo era un gran fan de Mihai y su sello. Me gustaba cada lanzamiento que publicaban. Después de meses trabajando en aquel EP, decidí enviar las demos a su email. Ni siquiera lo conocía por aquel entonces. Dos días después, me dijo que le habían encantado los temas y que quería firmarlos con el sello. Era un sueño hecho realidad. Después de llegar a ser el #7 en Beatport, me llamó para ir a pinchar a su país. Opté por quedarme una semana entera y Mihai me invitó a cenar en su ciudad. Hablamos mucho de música y de la escena y nos fuimos de fiesta con algunos amigos suyos. Seguí enviándole música y publicamos varios EPs después de aquello. El verano pasado, volvimos a vernos cuando ambos actuamos en Key Conference, en Uruguay. Sigue siendo una gran inspiración para mí y estoy muy orgulloso de poder decir que pinchamos b2b con James Dexter en Fabric hace apenas unos días.
Los inicios sucedieron en 2017. Dos años después, ya has actuado en Awakenings. A eso se le llama crecer rápido…
Hace dos años, la gente me decía que esto podía ir muy rápido y yo no entendía qué querían decir. Ahora lo entiendo. Actuar en Awakenings era uno de mis mayores objetivos y algo que venía soñando después de tantos años de duro trabajo. Todavía ahora me cuesta creer que haya sucedido. Creo que nunca me acostumbraré a ello.
Cuéntame acerca de tu lugar de nacimiento y de Amsterdam. Creo que es un buen lugar de residencia para un DJ…
Yo nací en Alphen aan den Rijn, una pequeña ciudad al lado de Amsterdam. Me mudé a Amsterdam hace tres años por su escena musical. Es importante vivir cerca del ‘calor’. Veo a mis amigos de PIV y NO ART casi cada semana, ya sea en el estudio, para ir a cenar o simplemente para tomar un café. Es lo que te permite seguir manteniendo cierta vida social, pues la vida de un DJ puede ser muy solitaria si no cuidas estas cosas. Estoy muy contento de estar tan bien rodeado.
Países Bajos es, en efecto, uno de los países con mayor número de DJs y productores de éxito.
Creo que es por su historia en la escena de la música electrónica. Tenemos un montón de fiestas y festivales cada fin de semana. Es divertido ver cuán a menudo me encuentro con holandeses por todo el mundo trabajando en producción de eventos. También hay muchas empresas de este negocio que están basadas en Holanda.
Todo el mundo considera a Berlín la capital de la música electrónica en Europa, pero su escena se ha acercado hacia una música mucho más industrial y oscura de la que tú haces. ¿Quizás visualizas más fechas en, por ejemplo, Ibiza de cara a tu futuro?
Podría decirse que Berlín es más industrial y crudo, pero me encantó pinchar en Watergate y Sisyphos. Comparar Berlín con Ibiza es imposible. He estado de fiesta en Ibiza un par de veces, pero nunca he pinchado allí. Es, sin duda, uno de mis siguientes objetivos. Pero, sí, cuando pincho en Berlín, pincho una música totalmente diferente de lo que pincharía en Ibiza.
En términos generales, ¿cómo definirías tu música?
Entre el tech-house y el deep house. Principalmente feliz y tranquila, aunque algunos de mis lanzamientos pueden ser más profundos e hipnóticos. Me encanta el “sonido Amsterdam” en este momento, que es un sonido que se construye a base de líneas de bajo retorcidas y muchos acordes y pads.
¿Qué equipo y procesos utilizas para producirla?
Sólo uso Ableton Live. Utilizo algunos VSTs como si fueran sintetizadores de hardware (grabándolos y procesando la muestra después). Además de eso, uso el Ableton Push para todos mis drums. Lo mejor del Push es la sección de Escalas. Puedo seleccionar cualquier escala y reproducirla sólo en la tecla que yo quiera. A veces, grabo mi propia voz o batería. Soy un gran fan de la Colección Arturia V y Ultra Analog (Applied Acoustics).
¿Qué podemos esperar de tu trabajo en el estudio para los próximos meses?
Lo que está a punto de llegar es mi EP en solitario con Drumma, que saldrá el 18 de diciembre. También tengo planeados algunos remixes. Lo cierto es que no puedo contarte mucho más sobre 2020, pero se acerca algo que estoy cocinando con un sello muy guay del Reino Unido.
¿Y en cuanto a tu faceta DJ? ¿Alguna fecha que esperes con especial ilusión?
Tengo muchas ganas de mi tour por Australia y Nueva Zelanda a finales de diciembre. Pinché ya en el SASH de Sydney en julio y la energía de la gente era de otro nivel. Era invierno en aquel momento, así que ahora voy a ir a disfrutar del verano en Navidad.
Las dos últimas: ¿el mejor día de tu carrera hasta la fecha?
Pinchando en Awakenings. Fue uno de mis grandes sueños hecho realidad. Recuerdo cuando iba cada año y me imaginaba sobre aquel escenario, pinchando mis propios temas.
¿Y tu mayor objetivo aún por cumplir?
Ver a gente bailando mis temas por todo el mundo, firmando vinilos en la cabina, gente cantando las letras de mis temas. La sensación más especial es la que siento al compartir mi música con el mundo. Es un objetivo de vida.
(Imagen de Portada: © Press Kit de Toman)
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