Marco Faraone es un tío enrollado, humilde, amable y de risa fácil. Nos encontramos con él una tarde de invierno en uno de los estudios de producción de Bridge_48, uno de los rincones más candentes para la escena musical electrónica de Barcelona. Marco Faraone, de 32 años y original de Lucca, una pequeña ciudad cerca de Florencia (Italia), se presentó ante la escena underground en 2010 gracias a “Strange Neighbors”, su lanzamiento de debut en el sello Moon Harbour de Matthias Tanzmann. Sus inicios como DJ, sin embargo, se remontan a 2002, cuando Marco apenas tenía 14 años. Inmerso en el hip hop, descubrió el minimal gracias a Richie Hawtin. Con el paso de los años, se ha convertido en uno de los grandes del techno de corte big-room, creando su propio sello Uncage y colaborando de forma habitual con otras casas de culto como Rekids. Es precisamente en el sello propiedad de Matt Edwards (Radio Slave) donde Marco Faraone ha publicado su nuevo álbum, titulado No Filter. Con 33 minutos de conversación, Marco Faraone tuvo suficiente para contarnos sobre el disco, su pasado, su futuro, el polémico concepto de “business techno”, el estado de salud de Ibiza, las consecuencias del auge de los festivales para los clubs más pequeños y la obsesión por la ecología en la escena. Casi nada, ¿verdad?
Marco, cuando empezaste a publicar música a los 19 años, tu sonido en sellos como Subtronic era dub y minimalista. ¡No negaré que me ha sorprendido!
Empecé pinchando hip-hop a los 14 años y luego descubrí el minimal, primero, y el house y el techno, después. Cuando empecé a producir, a los 16 años, no sabía realmente qué sonido me gustaba. No sabía mucho sobre música. Mi ciudad, Lucca, no tenía una escena musical adecuada en aquella época. No teníamos clubs de house, ni de techno. El sonido minimalista fue mi primer acercamiento a la música electrónica, escuchando a gente como Sven Väth o, sobre todo, Matthew Jonson. Obtuve esa inspiración y ahí es cuando empecé a producir.
Preguntamos a algunas personas sobre tu música y la mayoría de ellos recordaron rápidamente “Climax”. ¿Crees que fue tal vez el tema que cambió tu carrera en 2016?
Fue un lanzamiento muy importante para mí. Ya había publicado una vez en el sello Drumcode Limited, plataforma que sólo edita en vinilo, pero “Climax” fue mi primer lanzamiento en el sello principal de Drumcode, uno de los más grandes -si no el más grande- en la escena techno, también en lo que a exposición, marca y comunicación se refiere. Así que, sí, “Climax” gustó mucho al público y se convirtió en la pista que me hizo dar un gran paso adelante.
¿Es el tema del que te sientes más orgulloso?
Siempre me siento orgulloso de cada tema que produzco, pero con ese me sentí especialmente orgulloso por ser un lanzamiento importante Drumcode.
Hablando de nuevo de esos sonidos primerizos de 2007, y comparándolos con tus sonidos actuales, ¿podemos decir que has avanzado hacia una propuesta musical big-room?
Como artista, siempre te dejas influenciar por lo que te rodea. Empecé a pinchar más y más en grandes festivales, así que me fui moviendo hacia diferentes sonidos. Como artista, siempre empiezas en un cierto punto y nunca sabes hacia dónde navegarás. Yo siempre he ido evolucionando. Si observas mi catálogo, verás que he editado música en sellos de house y tech-house, como Desolat, Moon Harbour o Get Physical, y luego he aterrizado en Drumcode o Rekids, que defienden un sonido completamente diferente. Pero sí, me he pasado a sonidos más big-room, no cabe duda.
¿Crees que te has movido en esa dirección deliberadamente o ha sido fruto de la inercia?
Experimentas fiestas, te dejas influenciar por la escena y los nuevos sonidos, algo que es crucial para un artista… ¿Sabes? Ahora estoy haciendo algo, pero tal vez mañana haga algo completamente diferente.
Uno de los conceptos del 2019 en nuestra industria fue el de “business techno”, un concepto que intenta definir el acto de desfigurar el techno industrial puesto en el mapa por instituciones como Berghain y adaptarlo al público de masas y a los grandes escenarios de festivales. ¿Cuán acertado te parece este concepto?
Para mí, “business techno” significa “techno que vende más que otro tipo de techno”. Nunca me gustó catalogar la música. Sólo conozco dos estilos de música: buena música y mala música. Siempre escucho todo y no me gusta catalogar la música. No me gusta decir “business techno” porque es la gente quien decide por sí misma qué compra y qué no compra. ¿Qué es el “business techno”? ¿Techno hecho para hacer negocio? Yo no hago música para hacer negocio. Si vende, mejor. Si no vende, lo habré hecho para mí y para mi propio perfil y de todas formas estaré orgulloso de ello. Si en 10 años, a la gente le gusta otro tipo de música y mi música sólo sirve en clubs pequeños, seguiría haciéndola.
Ahora que hablas del futuro dentro de 10 años: ¿hacia dónde va la escena? Quiero decir, ¿qué piensas cuando ves cómo era la burbuja de la música electrónica cuando empezaste y cómo es ahora?
La principal diferencia, creo, es que la gente presta más atención a lo que ve, que a lo que escucha. La gente siempre dice: “Voy a ver a este o aquel DJ”. No hay que ir a una fiesta a ver a un DJ. Hay que ir a una fiesta a escuchar la música. Creo que eso es lo que la gente solía hacer mucho más antes. El DJ no se veía como a una estrella del rock, como a un showman o a alguien a quien había que observar actuar. La comunicación era más íntima, basada principalmente en la música y no en los fuegos artificiales. Además, los festivales cambiaron la percepción de la gente y lo que esta espera de nosotros. Los festivales han hecho que la gente se acostumbre a los grandes espectáculos con fuegos artificiales y láseres y eso hace más difícil para un DJ ir a tocar a un club pequeño donde sólo hay… simplemente música. Hace que eso parezca más simple, más pobre. Siento un gran cambio en la escena debido a los festivales, también. Es una evolución. No digo que sea bueno o malo, sino sólo una evolución. Pero el aspecto positivo es que, con los festivales, más gente se está acercando a la música electrónica. Como siempre, los cambios tienen un lado positivo y un lado negativo.
¿Estos grandes festivales están matando a los clubs pequeños?
(silencio largo) Uhm… sí, están matando a los clubs pequeños. He visto muchos grandes cambios en muchos países y he hablado con muchos promotores que se quejaban de cómo la gente ha dejado de ir a sus locales porque sólo quieren ir a festivales y sólo ahorran dinero para festivales. Y observa la cadena: antes, los clubs se usaban para programar todas las semanas. Ahora no pueden, porque no llenan el local, así que abren sólo una vez al mes, así que bookean menos artistas, así que los artistas pierden oportunidades de actuar. Además, una vez que llegan los festivales, no todos los artistas son bookeados, sino sólo los grandes. No hay espacio para los nuevos talentos. ¿Y si los nuevos talentos van a tocar a los clubs y el club está vacío? El talento nunca tendrá la exposición necesaria. La música es evolución, necesitamos descubrir nuevos talentos, nuevas generaciones, nuevos artistas. Lamentablemente, no hay espacio para todos en este momento.
¿Cómo lo resolvemos?
Es la pregunta del millón. Estoy dirigiendo mi propio sello Uncage, tratando de impulsar nuevos talentos, y a veces es decepcionante, porque queremos programar un showcase del sello en un club y la mayoría de los clubs no están abiertos a eso y sólo quieren a Marco Faraone, ¿sabes? Sólo quieren el nombre conocido. Los clubs, en la mayoría de las ocasiones, no apoyan a los jóvenes talentos.
También parece que la democratización de la música electrónica, y especialmente de los procesos de producción musical, ha generado una violenta mezcla de estilos: techno, trap, house, ambient, hip-hop e incluso reggaetón coexisten a veces en las cabinas de los DJs en todo el mundo. ¿Es esto bueno para la música electrónica y para la escena clubbing?
Si ganas cantidad, pierdes calidad. Todo el mundo puede producir un tema hoy en día, sí. Sólo necesitas un portátil, ni siquiera un estudio. Pero la mayoría de la gente no está preparada para hacer eso. Lo hacen de manera amateur y de alguna manera el resultado no suena muy bien. En cuanto a esas mezclas multi-estilo, mientras tengas calidad en la música, puede ser algo sorprendente escuchar un set versátil, pero siempre manteniendo la calidad a un alto nivel. Me gustan los experimentos y las sorpresas. A veces, echo de menos más de eso. Hoy en día, siento que muchos DJs mezclan sets aburridos. Parece que están siguiendo un template. Pinchan los mismos sets en cada bolo. Yo siempre trato de pinchar sets diferentes en cada ciudad a la que voy y en cada situación particular.
Volviendo a tu música y a tu trabajo, ¿en qué has estado trabajando últimamente?
Me mudé a Barcelona hace un año y medio, aunque pasé cinco meses también en Ibiza por la temporada de verano. Fue un gran cambio de vida para mí. Mudarme de Florencia a Barcelona fue un gran cambio y también una gran inspiración. Pasé la mayor parte de mi tiempo en el estudio trabajando en mi nuevo álbum No Filter, que sale ahora en Rekids. Es como una especie de proyecto diferente, más experimental, cruzando barreras y logrando algo más. Es algo más especial para mí.
¿Es bailable?
Mitad y mitad, digamos. Una mitad es bailable y la otra mitad tal vez no sea bailable. No es ambiental, pero es experimental, con muchas atmósferas.
¿Qué aporta Marco Faraone al 2020? ¿O qué le aportará este 2020 a Marco Faraone? En términos de música, estudio, producción…
Bueno, también tengo nuevos EPs y lanzamientos en camino. Sigo colaborando con Rekids también, que es uno de los principales sellos en los que estoy editando. También estoy trabajando en un -esperemos- nuevo EP para Adam [Beyer], en Drumcode, que espero terminar pronto.
Ecología y sostenibilidad están ahora en boca de todos. Cada vez más clubs y festivales anuncian que van a dejar de usar plástico de un solo uso, pero aun así muchos artistas ‘underground’ siguen viajando con jets privados. ¿Cuál crees que es el camino… y la velocidad adecuada en todo esto?
Sinceramente, no creo que esto vaya a salvar nuestro planeta. Todos podemos hacer algo y dejar de usar coches o motos. Hay muchas cosas que no son buenas para el planeta. Obviamente, tratar de evitar el uso del plástico ayuda. Hemos estado bailando entre vasos de plástico durante los últimos 30/40 años. Pensando a largo plazo, por supuesto, eso fue fatal. Muchos artistas están volando en jet privado, vale, pero… creo que volar en un avión o en un jet privado es casi lo mismo, la verdad. Creo que el sistema tiene que cambiar en general. Tenemos que encontrar diferentes soluciones: para los coches, para los aviones, para todo. No vamos a salvar el planeta evitando vasos de plástico durante los próximos cinco años. Es un cambio pequeño, aunque bueno, por supuesto, pero no es suficiente.
Los discos de vinilo también han estado en boca de todos con respecto a este tema, ya que, obviamente, imprimir vinilos siempre es peor para el medio ambiente que descargar archivos online y guardarlos en un USB.
El mundo está lleno de contradicciones. Como dije antes, dejar de beber en vasos de plástico, pero seguir comprando vinilo… ¿qué sentido tiene todo esto? Es gracioso, pero bueno, es lo que hay. Necesitamos un cambio en el sistema en muchos aspectos diversos.
Sólo una curiosidad: quería preguntarte por todos esos DJs que pinchan b2b hoy en día. Algunos me parecen un poco ‘raros’, digamos.
Me encanta ver b2b’s inesperados y sorprendentes si tienen sentido musicalmente hablando. Es cierto que, hoy en día, algunos de ellos simplemente no tienen sentido. Se hacen sólo por alguna estrategia de management, pero musicalmente no funcionan. He visto sets sin sentido alguno.
Tengo que decir que la mayoría de esos b2b’s sin sentido los vi en Ibiza… ¿Qué piensas de la escena musical de la isla?
La isla se dirige totalmente hacia el lado comercial. Ibiza está empezando a programar estilos musicales súper comerciales y la gente que visita la isla ha cambiado enormemente. Creo que Ibiza estaba cambiando (como dije antes, los cambios siempre vienen con un lado positivo y otro negativo), pero el público ahora es diferente: veo más familias, más gente rica, los bares y restaurantes están cambiando… Los lugares que antes eran chiringuitos ahora son grandes muros. Antes, Ibiza tenía un ambiente más hippy y de vida sencilla. Ahora, ves más familias con niños y estamos perdiendo a los clubbers, que ya no tienen dinero para venir a la isla, ya que la isla se ha vuelto súper cara en todos los sentidos. Incluso la gente que tiene una vida cómoda se queja de los precios. Imagina a los que ahorran dinero para ir a los clubs.
¿Por qué está pasando esto?
Creo que es lo que quiere la isla. Tuvieron demasiados problemas en el pasado. Hoy en día, con las redes sociales, si tienes un problema, todo el mundo lo sabrá al día siguiente. Hace 10 años, si alguien moría en un evento, por ejemplo, había que leer un periódico local para enterarse. Si eso ocurriera hoy, 24 horas más tarde toda la comunidad clubbing del mundo estaría hablando de Ibiza. Creo que Ibiza quiere limpiar o refrescar todo y obtener una nueva imagen.
¿Y reunir públicos nuevos y quizás menos peligrosos?
Reggaetón. Hay muchas fiestas de reggaetón ahora en Ibiza. Fiestas de reggaetón con miles y miles de personas, un público que disfruta de sus fiestas de una manera diferente. ¿Qué más puedo decir? Conseguiremos espacio para nuevos lugares pronto, en los próximos años. Ya he visto cómo evolucionan los nuevos lugares. ¿Quién sabe cuál será el próximo “mágico Space”? (risas)
¿Cuáles eran tus planes para este 2020 en Ibiza antes del confinamiento?
Mantengo una relación fantástica con Marco Carola, que es uno de los artistas que creyó en mi música y llevó mi perfil en la isla a otro nivel. Music On fue la chispa, la fiesta que me dio un nombre fuerte en la isla. Este último año, se mudaron a Pacha. Iba a hacer un proyecto muy grande con Amnesia este año con una nueva residencia en diferentes eventos, como por ejemplo Pyramid y elrow, y por supuesto la Opening Night.
¿Qué tal fue el cambio de Music On a Pacha?
Es diferente. En Pacha, sientes más que estás pinchando en un club, mientras que Amnesia me hace sentir más como si estuviera en una especie de festival, frente a 5.000 personas. Son dos clubs muy diferentes uno del otro, así que es muy difícil comparar sensaciones.
¿Un deseo para el futuro?
Pensando en los próximos años, mi gran deseo es tener mi propia marca, mi propia noche, mi propio concepto explicando mi propia historia, de dónde vengo, cuáles son los sonidos que me hicieron ser el artista que soy hoy. Por supuesto, sueño con tenerlo en Ibiza, pero siempre trato de mantener los pies en la tierra. Las grandes cosas necesitan tiempo. Veamos qué pasa en el futuro.
(Imagen de Portada: © Phlame)
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