Image

#Cultura

Entrevista a 30drop: “El fast-food techno ha empezado a caer, aunque todavía le queda mucha cuerda… por desgracia”

By Paco Cavaller

January 21, 2020

“Hace mucho tiempo que la profesión de DJ sobrepasó el límite del ridículo” o “la aportación de Amelie Lens al techno es lo más negativo que ha pasado durante años a este estilo musical”. Son sólo dos de las frases incendiarias que el productor español 30drop firmó hace aproximadamente un año en una entrevista para Beatburguer. Meses después, 30drop sigue trabajando en su estudio en Düsseldorf y publicando música para múltiples sellos, entre los que destacan su propio sello 30D Records, así como otros como Token, Detroit Underground o Hayes Collective. Precisamente, la novena referencia de este último es el EP Likvidatori, en el que se encuentra “Maths”, tema que 30drop presenta en premiere exclusiva en Xceed Night Mag.

 

 

Los cinco temas del EP Likvidatori estarán disponibles en las distintas plataformas a partir del viernes 31 de enero. Mientras, aprovechamos este estreno exclusivo de “Maths” en Xceed Night Mag para charlar con 30drop, preguntarle por todo lo que dijo entonces y por todo lo que le espera, a él y a la escena, en este 2020. Por supuesto, indagamos un poco más acerca de “Maths”, su proceso de producción y su mensaje.

 

Sergio, cuéntanos eso de “30drop”.

30drop es un código SMTPE. Estos códigos son un conjunto de estándares que se utilizan para etiquetar frames de vídeo con audio mediante códigos de tiempo. “30drop” era la nomenclatura para el SMTPE que sincronizaba audio y vídeo en los televisores analógicos en blanco y negro de EE.UU. en los años 1950 y 1960.  Durante esas décadas, se vivió en EE.UU. un gran auge de la ciencia-ficción, que llegó a todas las casas estadounidenses mediante este tipo de televisores. Y, por supuesto, fue también cuando se lograron grandes hitos en la ciencia, como la llegada del hombre a la Luna.

 

En tu caso, 30drop es…

30drop es un proyecto musical, detrás del cual hay una persona al uso, sin más. Una persona con inquietudes, especialmente en lo que se refiere al mundo del arte, la ciencia y los nexos de unión entre ambos.

 

Hace un año, dejaste bien claro que no crees es en la dirección que ha tomado la industria de la música electrónica underground, entendiendo por underground la música de gente como Boris Brejcha, Charlotte de Witte o Paul Kalkbrenner.

Así es, lo dejé bien claro y sigo sin creer en esa dirección. En cuanto a lo de utilizar ese término con los artistas que nombras, debo decir que es erróneo. Ninguno de esos tres artistas ha surgido de un ámbito underground. De todos modos, una cosa es la basura que hacen Boris Brejcha o Charlotte de Witte y otra es lo que hace Paul Kalkbrenner, que te puede gustar o no, pero tiene una trayectoria musical evidente. No creo que sea justo unir su nombre al de los otros dos.

 

Imagen: © Press Kit 30drop

 

No auguras un buen futuro a estos estilos musicales -llamémosles big-room-. Concretamente, dijiste que “el fast-food techno caerá como está cayendo el EDM”. Sin embargo, el techno big-room se ha convertido en masivo y parece que cada vez convence a más gente.

Yo creo que el fast-food techno ha empezado a caer, aunque todavía le queda mucha cuerda… por desgracia. Es muy posible que esté equivocado y que esa caída no llegue a suceder nunca, pero me gustaría que así fuera y que se diese paso a música de calidad antes que a producto de marketing. Soñar es gratis…

 

Volviendo al uso del término underground. En los tiempos que corren, se debate mucho respecto a su significado. Si música underground triunfa y se convierte en éxito de masas, ¿deja de ser automáticamente underground?

Lo que define un producto musical como underground no es el producto en sí, sino los medios y canales mediante los que se difunde. Ese es el principal error de hoy en día: el pensar que “underground” define un estilo musical. Eso no es así. Puede haber música clásica underground perfectamente, por ejemplo. No es un patrón estético, sino una necesidad derivada de la falta de medios. El concepto “voy a hacer música underground” no existe. Todo el mundo quiere llegar a cuanta más gente mejor con su música. Si no, esa persona no haría música. Por lo tanto, cuando un producto nace mediante el circuito o medios underground y tiene la capacidad de llegar a ser un producto masivo, tiene el doble de mérito.

 

Me vienen a la mente nombres de escenas urbanas y, en concreto, el de Rosalía, que venía de un género minoritario ahora mismo como el flamenco y se ha convertido en estrella mundial.

No conozco la trayectoria de Rosalía como para saber si empezó en el circuito underground y, de ahí, fue hasta donde está ahora. Si fue así, olé su coño. No me gusta el trap, ni el reggaetón, ni la música que hoy denominan urbana, pero tengo la capacidad de reconocer que la música de Rosalía aporta algo nuevo a la escena y que la calidad musical es buena.

 

Imagen: © Pitchfork

 

Hablando de los medios y canales de difusión de la música, dijiste también hace un año que las redes sociales y los portales web son “recursos totalmente prescindibles y negativos para el techno de calidad y underground que algunos defendemos”.

Todo es prescindible en relación a promover música. Todo depende de qué medios quieras utilizar. Puede ser ninguno, uno, dos, tres o todos los que tengas a mano. Nada es mejor o peor, simplemente es la estrategia de promoción y marketing escogida la que define a la música. Si un tío produce un álbum y decide que sólo se va a escuchar en su habitación y por gente relacionada con él mediante vínculos de sangre, por decir algo, posiblemente sea lo más underground que exista. Eso sí, si es un disco genial, no va a salir nunca de allí. Y, si esa es su decisión, adelante.

 

¿Qué pasaría si, el día de mañana, uno de tus temas se convierte en un hit y empieza a sonar en los mayores festivales del mundo?

Si nos imaginamos un futuro distópico en el que una de mis canciones llegase a ser un hit mundial, como tú planteas, reaccionaría cogiendo el dinero generado y guardándomelo en el bolsillo. Y tan feliz.

 

Hablemos de tu música. Actualmente, vives en Düsseldorf y, curiosamente, a escasos metros del lugar donde nació la música electrónica: el laboratorio sonoro de Kraftwerk. ¿Casualidades?

Absolutamente. Me mudé a Düsseldorf por motivos laborales, totalmente ajenos a la música. En cuanto a lo de Kraftwerk, no creo que exista nadie tan gilipollas como para irse a vivir a otro país y busque afincarse específicamente a cinco minutos del antiguo estudio de Kraftwerk, de forma deliberada. Evidentemente, es algo absolutamente casual.

 

 

Creaste 30D Records con sus múltiples subsellos y enfoques hace seis años. ¿Satisfecho con el trabajo firmado?

Sí, muy satisfecho, sobre todo en lo personal. En cuanto a la percepción del público que consume la música del sello, creo que, en un 90%, ha sido una pérdida de tiempo y esfuerzo, sobre todo por el hecho de habernos preocupado por conceptualizar y separar. La gente quiere cosas de consumo rápido y que no le hagan pensar.  “Dámelo hecho, dámelo ya y no me cuentes tus pajas mentales.” Esta frase define a la gran mayoría de consumidores de techno en la actualidad.

 

Mucha de tu música ha visto la luz en 30D, como es lógico, pero también en otros sellos como Token, Detroit Underground o Hayes Collective, donde estás a punto de publicar tu EP Likvidatori. ¿Enfocas tus producciones de manera distinta según el sello al que apuntes o produces sin pensar en el futuro y luego escoges sello según lo que obtienes?

Yo hago la música que quiero. Todo lo demás es consecuencia.

 

En este caso, presentamos a nuestros lectores tu tema “Maths”. Cuéntanos sobre él.

Produje “Maths” en mi estudio, combinando herramientas analógicas, digitales, hardware y software, como es habitual en mí. Es un trabajo inspirado en y trabajado a partir del hecho de que las matemáticas son una parte esencial en la música. Sin las matemáticas, no existiría la música tal y como la entendemos. “Music Is Math”, como dice el título del gran tema de Boards Of Canada.

 

 

Siempre has defendido los mensajes o conceptos detrás de tus sellos. ¿”Maths” tiene también algún mensaje oculto?

No es tanto un mensaje, sino una conclusión sobre una idea sobre la que he experimentado o tratado de entender. El gran artista Jorge Oteiza, una de mis mayores influencias artísticas, trabajaba con esa premisa: la obra artística es la conclusión a mis experimentaciones sobre un tema, concepto o idea. Es una metodología que aplico desde el inicio del proyecto 30drop.

 

¿Qué ve 30drop cuando mira hacia el futuro?

Veo que VOX va a presidir España en pocos años y que todo va a ser una gran mierda. Mi objetivo es ser feliz. Si hacer música, así como tocarla en directo, me aporta felicidad, seguiré con ello. Si no, lo dejaré para dedicarme a aquello que en ese momento me aporte esa felicidad.

 

PRÓXIMAS FECHAS 30DROP

(Imagen de Portada: © Press Kit 30drop)