La locura sucedió en un entorno 100% natural, en el que el verde de los árboles y el césped presenciaron durante todo el fin de semana como un millar de barceloneses acudían a la cita con el nuevo microfestival. MO_BA ha nacido con fuerza. Ha nacido para quedarse. Ha demostrado a Barcelona que una propuesta distinta, rompedora y alejada de lo común es posible. MO_BA ha permitido que muchos jóvenes de la ciudad dieran una oportunidad a los sonidos menos comunes. MO_BA ha permitido que multitud de artistas locales, acostumbrados a poco más que abrir las salas de Barcelona gracias a sus residencias, cerraran escenarios de un evento en el que compartían, no sólo cartel, sino horario con grandes nombres de la escena internacional. MO_BA nos ha abierto a todos las puertas de nuestros sueños. MO_BA ha hecho de Vila Habana nuestro hogar.
Fue un fin de semana de ensueño. La ciudad de Barcelona, cargada como nunca de eventos, conciertos y festivales de todo tipo, venía de vibrar con citas de gran calibre como el Primavera Sound, en mayo, el Sónar, en junio, o el Cruïlla, en julio. Por si no fuera suficiente, de cara a agosto, el certamen holandés DGTL llegaba repleto de nombres de primera línea. Pero no, no era suficiente. El último fin de semana de julio estaba libre. La mágica localización Vila Habana (una casa colonial cubana situada en Castellbisbal, a escasos 20 minutos del centro de la ciudad), también. Nada podía fallar. Y nada falló. Proyectual dio luz verde y se puso en marcha.
Vila Habana nos proponía una repartición de artistas en tres escenarios. El de más fácil acceso, el principal, denominado Plaçeta Stage, era el de mayor aforo. Situado frente a la fachada principal de la casa y oculto bajo frondosa vegetación, ofrecía una pista de baile más alargada que no ancha y una programación encarada a los ritmos más amables y coloridos. Por allí pasaron artistas de la talla de MLiR, Joakim o Tama Sumo, el viernes. La alemana, residente del Panorama Bar de Berghain, disfrutó de las últimas 2 horas y media a los mandos de la finca ante un público que no tenía ganas de irse a descansar. Los sonidos disco acompañados de un contundente bajo house marcaron la tendencia de ese final, antes de que Lake People nos enamorara con su bonito live el sábado, precediendo a los sets de Young Marco y FunkinEven. Estos dos últimos demostraron un ya conocido bagaje, al tener que improvisar debido a la ausencia a última hora de Joy Orbison y Tornado Wallace. Los echamos de menos, por supuesto, pero no por falta de calidad en la cabina.
MO_BA pensó en todos los públicos y, aun a sabiendas de que la música disco y house cuenta con numerosos afines en Barcelona, quiso brindar a los melómanos de pista reunidos en Vila Habana una noche memorable en el Fabeles Stage. No es fácil llegar hasta él. Uno debe rodear la fachada principal de la casa, atravesar el misterioso túnel de Vila Habana y acceder así a la parte trasera del terreno. Allí, una laberíntica estructura de madera nos aguardaba con los sonidos más experimentales y atrevidos del fin de semana. DJ Seinfeld brilló por encima del resto. El sueco no se cortó un pelo y enseguida dejó el house de lado para brindarnos una épica selección de breakbeat e IDM con constantes tonalidades oscuras, llegando a utilizar el ‘Touch Absence’ de Lanark Artefax o el ‘Hackney Parrot’ de Tessela remezclado por 10 Ton. El mexicano Rebolledo, que utilizó incluso pistas del gran Damon Jee, o el británico Luke Solomon también dejaron el listón del Fabeles en lo alto, antes de que el colectivo Horse Meat Disco y Tiger & Woods lo acercaran al house y al disco en la segunda jornada.
Mención a parte se merece la actuación de San Proper durante todo el fin de semana. El holandés es uno de los selectores y coleccionistas de vinilos más respetados en toda Europa. Forma parte del equipo directivo y programador del famoso festival Dekmantel y su capacidad de adaptación le viene avalando desde hace años. Nos sorprendió a todos a última hora del viernes, tras haber actuado ya por la tarde, apareciendo de manera inesperada en el Casa Stage. Es el escenario más pequeño de los tres. Se encuentra en la terraza superior de Vila Habana, nada más subir las escaleras laterales, y ofrece una ambientación incluso más íntima que la del resto de cabinas. San quiso ponerse al mando cuando dicho stage ya debía estar clausurado. Como es lógico, nadie se lo impidió. Pudimos disfrutar de rarezas de todo tipo, antes de que el holandés se animara a bajar con nosotros a la Plaçeta para cerrar el día con Tama Sumo, algo que también hizo al día siguiente. En realidad, el Casa Stage se reservó para un surtido de talento local barcelonés que, durante las 32 horas que duró MO_BA, brindó al público un espacio de tranquilidad y pausa sin dar tregua a la música.
Fuimos testigos del nacimiento de una historia que dará mucho de qué hablar. Fuimos testigos del nacimiento de un nuevo festival boutique 100% alternativo y enfocado a los sonidos más delicados, complejos y de difícil acogida entre el gran público. Fuimos testigos del nacimiento del MO_BA microfest y, ahora, desde Xceed, sólo deseamos que MO_BA siga dándonos motivos para sonreír en los próximos años. ¡Bienvenidxs!
(Imagen de Portada: © Oriol Reverter (@yuritech_))
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